ALICIA | Grand Junction, CO
“No tengan nunca miedo de pedir ayuda. Hay muchísimas personas dispuestas a ayudar, solo hay que pedir ayuda.”
Empecé mi vida como una mojigata con dos padres amorosos. Una relación problemática con mi hermano me hizo sentir que no valía nada y que nadie me quería. Probé el alcohol y la marihuana cuando solo tenía catorce años y la metanfetamina a los diecinueve. Entré y salí de programas de tratamiento cuatro veces en los siguientes años, con distintos niveles de éxito. En un momento, logré no consumir metanfetaminas durante cuatro años. Durante ese tiempo, tuve un hijo y, con el correr del tiempo, me casé. Desafortunadamente, ni nuevo marido y yo comenzamos a consumir heroína. En un breve período, mi madre falleció, perdí la custodia de mi hijo, y mi marido fue a prisión. Este período fue el peor de mi vida. Contemplé la posibilidad de suicidarme. Fue a causa de esos pensamientos oscuros que sabía que estaba lista para recuperarme.
Usé Suboxone para combatir las ganas de consumir, y mi oficial de libertad condicional me ayudó a entrar en un programa de tratamiento en Oxford House. La combinación de medicamentos para tratar la adicción y el programa en Oxford House abrieron nuevas puertas en mi vida. Mi recuperación me abrió camino para mejorar mi relación con mi familia y, lo más importante, conseguí la custodia parcial de mi hijo. En este momento, estoy trabajando para conseguir más tiempo con mi hijo. Tengo un trabajo de tiempo completo en Oxford House como coordinadora de ayuda comunitaria y pongo en contacto a las personas con adicciones con comunidades de recuperación.