CHRIS | Peyton, CO

“El miedo no es real. No se escondan por miedo a estar sobrio.”

Nací con cocaína metabolizada en mi organismo y de inmediato le quitaron mi custodia a mi madre. Ser adoptado realmente hizo algo en mi corazón y mi mente. Cuando era joven, nunca sentí que alguien podría quererme y nunca sentí que mi familia adoptiva era mi verdadera familia. Tenía una relación difícil con mi madre, en especial, cuando me metía en problemas. Esto era difícil debido a su eterno deseo de amarme incondicionalmente. Sentía que no podía permitirme querer a alguien que no sea mi madre biológica. Se me hizo muy difícil crecer con el estigma de ser adoptado y empecé con las fiestas de muy pequeño. A medida que crecía, empecé a usar drogas más fuertes. Después de cumplir veinte años, seguí un patrón similar. Mi vida repuntó, pero luego sufrí una pérdida personal: el fallecimiento de una novia, un amigo y mi padre, eventos que me hicieron perder el control. Esto me llevó a la cárcel, muchos años de mi juventud me la pasé entrando y saliendo de la cárcel. Estar en prisión me impidió participar de eventos familiares y de la vida importantes, y me ayudó a ver la importancia de formar recuerdos significativos con las personas que amo.

Estaba cansado de una vida en prisión, donde no podía ver a mi familia y en la que me sentía juzgado. Si bien tuve una relación difícil con mi madre, ella es una gran razón por la que busqué tratamiento. Ella conocía a alguien que trabajaba en tratamiento de adicciones, por lo que me puse en contacto con ella. Pude ver mi potencial como ser humano y mi potencial para mejorar. Sabía que tenía que alejarme de las personas que me hacían mal. A partir de las experiencias propias y de otras personas, me di cuenta de que mi historia podría tener cierto valor para otras personas que la están pasando mal y quise transmitir las lecciones que aprendí. Actualmente, me estoy capacitando para ser instructor de recuperación y estoy ayudando a otros jóvenes negros que tuvieron problemas con el sistema judicial y las drogas a recuperar sus vidas.