Juan

Juan | Enfermero de Emergencias

“Si está luchando contra una adicción, lo primero que debe saber es que hay opciones en la comunidad. A veces, estas opciones son gratuitas. Cuando encuentre esos lugares, puede hablar con su médico o con un consejero, y ver qué recursos son mejores para usted.”

Como enfermero, estoy muy comprometido con apoyar a las personas que luchan contra los trastornos por consumo de sustancias, también conocidos como “adicción”. Mi recorrido comenzó en México, donde nací, y se vio influenciado por crecer en una comunidad hispana dinámica. Estas primeras experiencias han influido en gran medida en mi carrera y mi dedicación a ayudar a los demás.

Mientras estudiaba la carrera de Español en University of Northern Colorado, encontré mi vocación como traductor en una sala de emergencias de Greeley. Ahí fui testigo del extraordinario trabajo del personal de enfermería y me di cuenta de que podía tener un impacto aún mayor atendiendo directamente a los pacientes que se enfrentaban a problemas por consumo de sustancias. Inspirado por las necesidades que veía en mi comunidad, decidí convertirme en enfermero y combinarlo con mi experiencia como traductor.

Hoy, como enfermero en una sala de emergencias, veo diversos casos, desde afecciones leves hasta situaciones graves causadas por accidentes y por el consumo de sustancias. Creo firmemente que la adicción es una enfermedad, no una decisión. Mi mayor responsabilidad es brindar atención médica esencial y asesoramiento a quienes lo necesitan, especialmente cuando identifico a pacientes que tienen síntomas de abstinencia o que luchan contra una adicción.

Lo más importante para mí es comprender el contexto cultural de los pacientes a los que atiendo. Esto incluye dominar su idioma, respetar sus tradiciones y reconocer los valores de su comunidad. De este modo, puedo generar confianza y ofrecer una atención centrada en el paciente.

Realmente creo en la fuerza y la resistencia de las personas que se enfrentan a una adicción. Fomento la comunicación abierta en las familias y hago hincapié en que buscar ayuda es un acto de valentía, no un signo de debilidad. La clave para recuperarse de una adicción está en empoderar a las personas para que afronten los desafíos sin rodeos.

Como enfermero dedicado y defensor de las personas que lidian con trastornos por consumo de sustancias, me esfuerzo por derribar obstáculos, reducir el estigma y brindar una atención compasiva. Mi misión es darles esperanza a aquellos que se enfrentan a una adicción ayudándolos en su camino hacia la recuperación.